El paso de la Lucía Etxebarría por ‘Campamento de verano’ llegó a su fin después de varios intentos fallidos. La escritora abandonó después de una noche que resumió su paso por el reality, con ataque de ansiedad incluido y con todos sus compañeros arremetiendo contra su enemiga, porque en su paso por el programa no ha conseguido llevarse el cariño de ninguno de ellos. Llantos, gritos, insultos, soledad o soberbia, resumen lo que ha rodeado el paso de Lucía Etxebarría por el programa, que admitió haberse equivocado en una única cosa, “haber entrado allí”.
El martirio de Lucía Etxebarría terminó para bien suyo, de sus compañeros y de los espectadores porque todos hemos padecido su paso por el reality. La escritora afirmó en plató que nadie la avisó de lo que la esperaba dentro de ‘Campamento de verano’, pero ella tampoco nos avisó a los espectadores de su espectáculo, porque si no habríamos acudido en masa a las librerías para comprar a pares sus libros y remendarle sus desaguisados económicos. Realidad o ficción, lo cierto es que, lo que algunos podíamos pensar que era un pequeño rayo de luz en un bosque de sombras, al final ha resultado ser un nubarrón.
El desenlace de la noche era esperado desde el comienzo del programa, y es que el abandono de Lucía Etxebarría ha sido más anunciado que el final de la crisis. Después de cinco amagos, incluido un intento de fuga, por fin la escritora, entre llantos, consiguió salir del campamento. Su imagen durante la gala fue todo un papelón, llorando, echándose las manos a la cara, sola en su cabaña mientras el resto de compañeros despotricaba contra ella. Cierto es, que no todos los concursantes son unos benditos, pero es extraño que de diez personas, ninguna te defienda y, más extraño aún, es que los peores momentos de la escritora llegasen cuando aparecía en pantalla.
Finalmente la escritora logró que se la llevasen al plató entre ruegos: “¡Sacadme!, ¡sacadme!” y lo que pareció un ataque de ansiedad, entre otras cosas porque, como explicó ella misma, durante la publicidad sus compañeros fueron hacia su cabaña y temió lo peor: “Ha llegado un momento en el que creía que me iba a pasar algo”.
Lucía Etxebarría: «Me equivoqué al entrar allí»
Una vez en plató, Lucía Etxebarría quiso reconocer su error: “Me equivoqué al entrar allí. Cometí un error y los errores se pagan. Yo allí cobraba, por una semana, más que por un libro que tardo dos años en redactar. Algunos de mis compañeros viven sólo de la televisión. Yo no me di cuenta es de que había que crear espectáculo y de que la mitad de las broncas eran por eso. Y te vas aislando y te vas deprimiendo. Fui tonta porque me metí en algo que no podía controlar”. Ese fue su único error en el campamento según ella: «No voy a entrar en el juego de que la culpa ha sido mía”, comentó.
Kiko Hernández, que se ha mostrado crítico con el paso por el reality de la escritora, la preguntó si estaba bien psicológicamente y respondió que sí, que su comportamiento se debió a que lleva muy mal que la griten y a que sabía que su madre la estaría viendo, aunque sí admitió tener un problema con el contacto físico.
Llegó la hora de la despedida y Joaquín Prat la invitó a despedirse de sus compañeros, pero obviamente no quiso, tan sólo tuvo buenas palabras para el sargento Alonso. Así quedó, porque tampoco era cuestión de ponerla en contacto con sus compañeros después de lo mal que lo pasó durante varias semanas en las que, según repitió, cobró “una barbaridad” de dinero, “más por semana que lo que cobro por un libro que he tardado dos años en redactar”, en fin, un suplicio que no lo pareció tanto al abrigo del plató.