Adiós a las dudas: esta es la película más infravalorada de la década de 2010

La década de 2010 fue un período repleto de películas. Adiós a las dudas: esta es la película más infravalorada de la década de 2010

Detrás de las grandes superproducciones, de la mano experimentada de los directores más veteranos y de los taquillazos que revolucionan la industria cinematográfica año tras año, se encuentran, en un inmediato y muy apartado segundo plano, las películas de serie B, esas cintas rodadas con bajo presupuesto y mucha ilusión con las que sus realizadores buscan desesperadamente hacerse un hueco entre las más renombradas.

Película infravalorada 2010
Adiós a las dudas: esta es la película más infravalorada de la década de 2010 – Tele-visionando.es

En el año 2007, se estrenó una obra que, si bien excedía en mucho el presupuesto habitual del cine de serie B, sí que se aferró a sus tópicos para tratar de rendirle homenaje. Death Proof fue la quinta película en la filmografía de Quentin Tarantino y, sin lugar a dudas, la más denostada de todas las que el cineasta ha rodado hasta la fecha. Su sinopsis oficial reza así: «Death Proof», dirigida por Tarantino, gira en torno a un psicópata de la carretera llamado Especialista Mike, un asesino en serie que va aniquilando a sus víctimas, siempre chicas jóvenes, con su coche de especialista «a prueba de muerte».

A la antigua usanza

Con el inestimable apoyo de su amigo Robert Rodríguez, que se especializó en el subgénero de zombies, Tarantino intentó grabar un tributo a ese cine slasher caracterizado por antagonistas que brillaban por su condición de psicópatas carismáticos y que hallaban en los reiterados asesinatos de chicas jóvenes y guapas su mayor entretenimiento. Todos los arquetipos de estas películas desfilan ante los espectadores: la presencia de un bar de carretera en el que un grupo de amigos se pasa de frenada con el alcohol, un desconocido con mucha elocuencia, un barman permisivo con sus clientes y continuas alusiones a prácticas sexuales que coronan todas y cada una de las conversaciones.

Tarantino recupera en Death Proof una de las que, desde el estreno de Reservoir Dogs como su ópera prima en 1992, se ha convertido en una de sus señas de identidad inequívocas: los diálogos. Esas conversaciones que por su marcada informalidad parecen tan naturales que perfectamente podrían estar teniendo lugar entre dos colegas en el bar frente a nuestra casa.

A la antigua usanza
‘Death Proof’ – Tele-visionando.es

Death Proof está repleta más que ninguna otra, de esa charla tan intrascendente y divertida a la vez, de esos datos que brotan de la boca de los personajes y que no son relevantes para el seguimiento de la trama, pero a los que el espectador no puede dejar de prestar atención por puro placer. Una película extraña, pero tan divertida como las del resto de la filmografía del maestro.

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