Tras la expulsión de Susana Bianca, finalmente repescada, Albert Infante salió de GH Vip en una expulsión totalmente inesperada
El primer mes en la casa de GH Vip nos está dejando varias conclusiones evidentes y, a la misma vez, varios concursantes que comienzan a ganar papeletas para colarse en la gran final. Comenzando por las conclusiones es que, en esta edición, las carpetas ni mucho menos tienen éxito; de hecho, todos aquellos que han abandonado la casa, han protagonizado o se han visto envueltos en una.
Así pues, el último gran damnificado por esta clara consigna del público de GH Vip es Albert Infante. El exconcursante de Got Talent comenzó siendo la alegría de la casa y el concursante más extrovertido, pero su relación con Michael y, sobre todo, los sentimientos que fueron naciendo por parte de Albert hacia el italiano condujeron su concurso hasta la expulsión.
Una historia de amor no correspondida
Prácticamente desde el primer día de concurso, Albert y Michael hicieron buenas migas y comenzaron una amistad que parecía tener futuro. Sin embargo, el acercamiento, el hecho de que los sentimientos se magnifican en la casa de GH Vip y ese dicho popular que enuncia que el roce hace el cariño, provocaron que el de Mataró acabara pillándose por un Michael que, desde primera hora, dejó clara su heterosexualidad.
Todos los compañeros comenzaron a tomar consciencia de que esta relación empezaba a írseles de las manos y los amigos de Albert le aconsejaron que saliera de ahí porque lo único que haría permaneciendo en esa relación de amistad era salir perjudicado y sufrir, dado que los sentimientos no eran mutuos.
El polémico ataque de Albert en la última gala de GH Vip
Así pues, la situación acabó desmadrándose en la última semana de concurso a causa de la inmersión de los nuevos aspirantes para formar parte del concurso. La llegada en especial de Naomi lo trastocó todo, puesto que Michael reconoció que se sentía atraído por la exconcursante de la Isla de las Tentaciones y, a partir de ahí, los celos de Albert generaron una toxicidad que propició su expulsión.
El mayor ejemplo de toda esta situación de absoluta inestabilidad tuvo lugar en la última gala del concurso, en la que, tras la exposición de vídeos, se produjo una fuerte discusión entre quiénes apoyaban a Albert y sus sentimientos; y quiénes dieron la cara por Michael objetando que a una persona no se le tiene que obligar a sentir por otra. Todo ello acabó con un amago de ataque de ansiedad por parte de Albert, que generó más polémica si cabe al esfumarse por completo al creerse salvado de la expulsión.
