El programa supuso un antes y un después en la relación. Así acabó la hoguera final más tensa de ‘La Isla de las Tentaciones’ entre Adri y Mariona
La relación de Adri y Mariona en ‘La Isla de las Tentaciones’ ha hecho aguas por momentos. Conforme iba avanzando la experiencia y se sucedían las emisiones, salían a la luz más y más carencias en una pareja que, si bien fue la última en entrar, también acabó cayendo en la tentación prácticamente a la vez.
El hecho de mantener una relación a distancia o los problemas que la relación ya venía arrastrando de fuera, provocó que ambos encontrarán en algunos tentadores lo que requerían de su pareja. Mariona con Julen y Adri con Mónica dejaron fluir sus sentimientos hasta el punto de ser desleales mutuamente y acabar ciertamente arrepentidos por lo sucedido.
Una relación lastrada por los continuos reproches
Más allá de la infidelidad de sendos concursantes hacia su pareja, cabe destacar que ninguno de ellos fue capaz de hablar bien del otro en sus respectivas villas. Ambos han criticado a su pareja, han expuesto las carencias que existían en su romance e, incluso, los dos se encargaron de gritar a los cuatro vientos antes de tiempo que acabarían yéndose solos de ‘La Isla de las Tentaciones’.
Estas palabras tanto de Adri como de Mariona y su consecuente visualización en las hogueras provocó que el programa fuera haciendo mella en ellos hasta que, en la última hoguera, acabaron reencontrándose. Si existe una diferencia entre la relación de Adri con Mónica y la historia de Julen con Mónica es que lo de Adri tan solo fue una atracción sexual y, sin embargo, Mariona halló en Julen un apoyo moral y sentimental teniendo en cuenta lo complejo de la situación.
Mariona no reconoció a Adri y así acabó su hoguera final
Habiendo descrito y analizado el paso de la pareja por ‘La Isla de las Tentaciones’, cabe destacar que su reencuentro en la hoguera final fue fiel reflejo de lo expuesto durante el programa. Adri mostró cierto grado mayor de arrepentimiento, asumió sus errores y le hizo saber a su chica que siempre que caía con Mónica en la tentación, acababa arrepintiéndose porque no podía sacarla de su cabeza.
Por su parte, Mariona explicó que jamás ha llegado a dar un paso con Julen más allá de sus besos y, por tanto, Adri descubrió que había malinterpretado las imágenes de su chica con el tentador debajo de las sábanas. Finalmente, a pesar de los mil y un ruegos de Adri, Mariona se mantuvo firme, gritó una y otra vez que no era capaz de reconocer a “su Adri” y, por ende, sería hipócrita si acabara la experiencia yéndose con él.
