La película fue considerada la mejor del año 1995. Braveheart pudo haber sido diferente: la condición que tuvo Mel Gibson
Braveheart es para muchos la obra magna de Mel Gibson y con la que empezó y se consolidó. Lo haría no solo como un gran actor, sino también como un director prometedor y con mucho ingenio. Fue la película que le catapultó al éxito en este ámbito hasta el punto de situarse como una de las grandes cintas ya no solo del año 1995, sino como una de las mejores catalogadas en toda la historia de la industria cinematográfica. El objetivo era ambientar la revuelta escocesa liderada por William Wallace, la cual consiguió tener ese éxito desmesurado que se podía llegar a presuponer en un primer momento.
Sin embargo, la realización de Braveheart no fue tan sencilla como parecía y en este post vamos a desgranar los motivos que se esconden detrás de ello. Hay muchos factores que pueden haber afectado de una u otra manera a que la situación sea así y que la complicación exista de tal forma que parezca inverosímil creer en algo que realmente terminó llegando y afectando sobremanera. El gran afectado precisamente fue Mel Gibson, el cual tuvo que cambiar sus planes por una condición que le exigieron desde la productora 20th Century Fox.
Braveheart y su elevada complicación
Un lo importante de todo esto tiene que ver precisamente con todos los requisitos. Y es que hubo muchos por parte de diversas productoras para hacerse cargo de la cinta. Mel Gibson era un actor muy codiciado gracias a la gran cantidad de películas que realizó en aquellos años. Tanto que lo encumbraron a lo más alto de la fama a nivel internacional. Pocos actores lograron tener una repercusión tan mediática como él. El cual se vio aprovechado por eso para que le exigiesen distintas condiciones para que la obra tuviese cabida en las diferentes productoras.
Warner le exigió formar parte de una nueva película de Arma Letal, algo que Mel Gibson rechazó, provocando su necesidad de buscar otra productora. Ahí fue donde se encontró con el gran problema que erradicaba en que el director no quería participar como actor. Su idea no era otra que darle esa carga a Jason Patric, algo que no compartían los productores. Finalmente, 20th Century Fox y Paramount fueron los encargados de financiarla. Una de las películas más importantes, la cual protagonizó precisamente el mismo director encarnando a un William Wallace que pasaría a la historia.