Se han vertido ríos de tinta en torno a la sempiterna polémica que lo ha rodeado. El director de cine con el que nadie quería trabajar
Se han vertido ríos de tinta sobre él. Uno de los directores más prolíficos de la historia del cine, representante del Nuevo Hollywood junto a Martin Scorsese, Francis Ford Coppola o Clint Eastwood. Sobre él se ha dicho que era muy irascible, perfeccionista hasta la obsesión y que nunca tenía buenas formas a la hora de dirigirse a los actores que cometían un error en alguna secuencia.
Detrás de títulos como 2001: Una odisea del espacio, La naranja mecánica o Espartaco se encuentra el nombre de Stanley Kubrick, uno de los cineastas más influyentes del siglo XX por su exquisito rigor técnico en todas las facetas del proceso creativo, desde la iluminación hasta la fotografía pasando por el montaje y por su intrincado y a veces rebuscado componente simbólico de sus obras.
Las discusiones
Sin embargo, los que han tratado de mirar más allá del profesional y se han centrado en la faceta más personal de Kubrick probablemente se hayan topado en Internet con un documental grabado por su hija Vivian titulado The Shining Making of o, lo que, es lo mismo, el proceso de grabación de El resplandor detrás de las cámaras. En las imágenes puede verse a un Jack Nicholson metido en su papel de Jack Torrance desde el minuto uno, siempre sonriente y afable saludando a los técnicos y recibiendo a los fans que asistieron a las jornadas abiertas del rodaje.
También se muestra a un Danny Lloyd (Danny Torrance) radiante ante la perspectiva de facturar una ingente cantidad de dinero y destinarla a las arcas de su familia. El joven se relame delante de la cámara pensando en el regalo con el que sus padres le iban a obsequiar cuando les llegara el ingreso ala cuenta bancaria.
Sin embargo, Shelley Duvall, la actriz que encarnó a Wendy Torrance en el filme, no puede decir lo mismo. En el documental puede apreciarse a Kubrick abordando a la intérprete de manera muy brusca, espetándole que siga sus instrucciones y adopte el tono más adecuado para decir su frase.
Duvall le respondía que estaba haciendo todo cuando estaba en su mano para intentar satisfacerle pero que nunca parecía ser suficiente. Se cree que después de la película, Duvall nunca volvió a afrontar una grabación con la misma energía y se retiró de la gran pantalla en 2002.