El presentador catalán reconoce haber recibido las audiencias extremadamente bajas como «un jarro de agua fría» y confiesa que ni se le pasaba por la cabeza que «el programa pudiera ser cancelado».
La cancelación de Cuentos chinos supuso la primera gran sorpresa de la temporada televisiva, ya que el programa de La Fábrica de la Tele estaba diseñado para ser la competencia directa de El Hormiguero. Sin embargo, sus bajas audiencias desde el primer día obligaron a Mediaset a suspender el formato solo tres semanas después de su estreno.
Desde que Mediaset fulminase la última apuesta de la productora mayoritaria de su grupo de comunicación, el mayor enigma siempre ha estado relacionado con la reacción de Jorge Javier Vázquez al conocer la noticia el pasado 28 de septiembre. El comunicador nacido en Badalona, a diferencia de otras ocasiones, no tuvo ningún pudor en pronunciarse de su primer gran fracaso televisivo y lo hizo como suele hacerlo en estos casos Jorge Javier, tirando de ironía: “Llegué al vecindario dispuesto a quedarme por mucho tiempo, pero ¡los alquileres están por las nubes!”, bromeaba el expresentador de Sálvame.
A su vez, el catalán tampoco tuvo reparo en felicitar a sus rivales de franja horaria, entre ellos, Pablo Motos y el Gran Wyoming: «Mis felicitaciones a la estrellas que permanecen a la franja gracias a lo que todos buscamos al empezar un programa: el éxito«, apuntaba Jorge Javier. Por último, lamentó no haber conectado con una parte de la audiencia que no le perdona sus juramentos políticos que discrepan con una parte de la sociedad: “Gracias y perdón por no haber sabido encontrar la llave de vuestra complicidad. Esa es la pena que me queda», concluyó.
En su entrevista en la revista Lecturas, prensa escrita en la que Jorge Javier Vázquez suele colaborar habitualmente, el presentador catalán esperaba con relativo optimismo a la vez que nerviosismo el estreno de Cuentos chinos: «Creía sinceramente que podríamos hacernos un hueco en una franja muy complicada en la que, además, Telecinco llevaba muchos años sin apostar. No había costumbre de pasar por la cadena para ver un programa que empezara a las diez menos diez de la noche. Pese a todo, estaba convencido de que lo lograríamos«, empieza Jorge Javier.
A pesar de ello, Jorge Javier confiaba en su experiencia para redomar los malos datos de audiencia de Mediaset en la franja del access prime time, motivado en gran parte por las audiencias excelsas de El Hormiguero: «Me decían que la lucha iba a ser dura, pero yo, muy optimista siempre, contesté que costaría menos de lo que pensábamos, sobre todo, porque después de tantos años haciendo televisión, seríamos capaces de conectar de nuevo con el público. Además, creía de verdad que podríamos convertirnos en una alternativa«, indica el comunicador badalonés.
En cambio, ese optimismo se tradujo rápidamente en miedo al comprobar de primera mano que el programa no generó mucho interés en la audiencia: “Yo soñaba con un 13. Esa sería una audiencia extraordinaria. La cadena está pasando por un momento complicado y había que tener los pies en el suelo”, expone Vázquez, a la vez que adhiere que “hacía años que no sabía lo que era esperar con angustia, incluso con miedo, el resultado de un programa”. “Fue un jarro de agua fría saber que el dato era poco más de un nueve. No lo esperaba», admite el presentador televisivo.
Tras unos primeros días totalmente inesperados, Jorge Javier Vázquez asume que cada programa se convirtió en un examen prácticamente imposible de superar: “De las tres semanas que ha durado el programa no ha habido ningún día que recibiera menos tranquilo las audiencias porque no ha habido ni uno solo que tuviéramos motivos para aferrarnos a una mínima dosis de optimismo. Eso sí, yo siempre iba a trabajar con la ilusión de que a partir de esa noche todo cambiara y comenzáramos a afianzarnos poco a poco. Nunca sucedió”., comenta ciertamente resignado el presentador catalán.
Después del primer fracaso de su brillante carrera televisiva, la incertidumbre asombra en el futuro de Jorge Javier Vázquez: «Hacía quince años que no me quedaba sin programa que presentar. Me enfrento a una situación nueva en un momento favorable de mi vida”, apunta. Asimismo, el comunicador indica cuál es la clave para volver al éxito:“A partir de ahora, se presentan ante mí numerosos escenarios: volver pronto a trabajar con un programa que funcione, no volver a trabajar en un tiempo, volver con otro fracaso, que no vuelva a trabajar nunca más. Por eso es hora de estar tranquilo y no anticiparse a lo que pueda suceder”, concluye con cierto desconocimiento de cómo será su trayectoria televisiva a partir de ahora.
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