El presentador ha regresado al centro del foco mediático. La crítica viral hacia Pablo Motos y Alfonso Guerra en El Hormiguero.
Alfonso Guerra, vicepresidente del Gobierno entre los años 1981 y 1992 bajo el mando del socialista Felipe González, fue el invitado de El Hormiguero este miércoles en un momento de máxima tensión política. La entrevista giró en torno a la polarización que existe en la sociedad española desde hace unas semanas cuando se anunció la proposición de la Ley de Amnistía a cambio de que el bloque independentista apoyase la investidura de Pedro Sánchez.
Desde el inicio de la entrevista, el tema central de la conversación entre Pablo Motos y Alfonso Guerra fue los pactos de Pedro Sánchez con Junts per Catalunya, una decisión adoptada por el actual Secretario General del PSOE que Guerra criticó sin ningún tipo de censura: «La investidura se ha comprado con eso y con 14.000 millones de euros. Si hubiese sido uno de los 121 diputados de Sánchez, hubiese dimitido e ido a mi casa; es intolerable», aseveró el exvicepresidente del Gobierno de España.
Aun así, ante las opiniones que el propio Pablo Motos refrendó sobre si Alfonso Guerra se ha vuelto de derechas, el expolítico sevillano contestó: «Yo no me he pronunciado en contra de mi partido, usted se ha equivocado. Es el partido más importante de España, pero ahora está viviendo una desorientación… Estoy en contra de las medidas de Pedro Sánchez, pero no de mi partido», afirmó.
Pablo Motos y Alfonso Guerra, fuertemente criticados por su condena a la «falta de la libertad de expresión»
Pablo Motos y Alfonso Guerra, con muy buena sintonía desde el inicio de la entrevista, coincidieron en un punto que ambos, desde su criterio, se encargaron de denunciar: «la ausencia de libertad de expresión en España». Alfonso Guerra no tuvo ningún improperio en denunciarlo con rotundidad: «Lo políticamente correcto es antidemocrático. No me puede usted limitar mi expresión. Yo me expreso como quiera, sin insultar a nadie. Ahora hay una izquierda que no es progresista, es retrógrada«, manifestó.
En su alegato, Alfonso Guerra puso un ejemplo nada apropiado para los tiempos que corren: «Ya no se puede hablar de nada. Antes había chistes de homosexuales, de enanos…«, declaraba Guerra. Pablo Motos, lejos de recomendarle que rectificase su argumento, secundó su afirmación: «Ahora, cuando un humorista hace un espectáculo, está más tiempo hablando de los que no puede hablar que de lo que sí«, indicó el presentador de El Hormiguero desatando, así, un malestar social y miles de críticas hacia el expolítico y el comunicador.
