Con el estreno de Salvar al soldado Ryan se disparo el temor por la salud mental de los veteranos de guerra. Por lo que se habilito una línea telefónica de ayuda.
En el año 1988, Steven Spielberg estrenó uno de sus grandes clásicos. Salvar al soldado Ryan, es una película ambientada en la Segunda Guerra Mundial y que protagonizó Tom Hanks. Con su llegada a la gran pantalla se disparó el temor por la salud mental de los veteranos de guerra.
La película para muchos espectadores no representó nada personal, pero la experiencia que vivieron aquellos que estuvieron en el campo de batalla fue muy diferente. Sobre todo en ciertas escenas que el director Steven Spielberg rodó con mucho realismo y precisión.
El veterano de guerra John Raaen, superviviente del conocido Día D comentó que tras ver la película estaba atónito “me trajo tantos recuerdos que mi mente estaba repasando todas las cosas que sucedieron” explicó.
Debido al realismo de la película y el estrés postraumático que podía generar el Departamento de asuntos de los Veteranos del gobierno de Estados Unidos creó una línea telefónica de ayuda.
Más de 170 llamadas
Deborah Richter, la que era por entonces terapeuta del Centro de Veteranos de Portland afirmó que este tipo de películas bélicas suelen provocar emociones muy intensas en los veteranos de guerra.
La terapeuta explicaba que el realismo de esta película es un desencadenante definitivo de las experiencias postraumáticas. Y en menos de dos semanas después del estreno se revieron más de 170 llamadas.
La película recaudó más de 482 millones de dólares en todo el mundo y recibió 11 nominaciones a los premios Oscar. Consiguiendo cinco estatuillas, entre ellas: mejor dirección de fotografía, mejor sonido, mejores edición de sonido, mejor edición y mejor director.