Rara vez trasciende la frontera del cine de calidad. La película de terror que ha triunfado en 2023 contra todo pronóstico.
El terror siempre ha tenido buena acogida en las salas de cine y en los últimos tiempos ha encontrado en los jóvenes el público perfecto. En la cultura de la inmediatez en la que estamos inmersos, los estímulos rápidos se valoran como pozos de petróleo y el terror satisface mejor que ningún otro género la necesidad de esos estímulos: subidas bruscas de volumen, hombres enmascarados que se aproximan a la pantalla y amenazan con atenazar al espectador, etc.
Sin embargo, el subgénero slasher que tantos adeptos generó en su surgimiento a finales de los años 70, ha decaído progresivamente con el paso de los años. El gusto por la sangre derramada, las vísceras y la violencia extrema da paso a una época donde el terror psicológico basado en fantasmas, espíritus y elementos de tensión a lo Alfred Hitchcock impera sobre las demás.
Es por eso que resulta sorprendente el éxito de Black Friday, el último slasher de Eli Roth que llegó a los cines el pasado Día de Acción de Gracias como una película de bajo presupuesto. La sinopsis oficial reza así: «Tras un Black Friday en el que se producen disturbios que acaban en tragedia, un misterioso asesino inspirado por la festividad de Acción de Gracias aterroriza Plymouth, en Massachusetts –lugar de origen de la tristemente célebre festividad. Versión en largometraje del falso tráiler de Eli Roth para ‘Grindhouse'».
La opinión de FilmAffinity
La violencia y el sadismo de los que hace gala recuerdan a los tiempos más cruentos de Michael Myers y harán que el espectador aparte la vista en numerosas ocasiones por la crudeza de ciertas escenas, cuya creatividad en los asesinatos mejora conforme avanzan los minutos.
Black Friday ha obtenido críticas muy positivas en el ámbito académico. La mayoría de medios ha aplaudido la originalidad de Roth en el uso de la sangre y el atractivo que esta puede tener en aquellos que se inicien el el género del terror.
Otros han elogiado su sadismo sin límites, capaz de hacer que incluso el espectador más experimentado se cubra la vista por unos instante para evitar ser testigo de la crueldad que está teniendo lugar en pantalla. Parece que Michael Myer y Freddy Krugger podrían haber resucitado.