El director está en boca de todos después de su flamante éxito en los Goya. La película que confirmó el talento de Bayona como director
Juan Antonio bayona está considerado como uno de los directores más aclamados e influyentes del panorama actual debido a su flamante éxito en los Premios Goya del pasado 10 de febrero. La sociedad de la nieve, su último trabajo, que rememoraba las calamidades que sufrieron los miembros de un equipo de fútbol uruguayo después de que su avión se estrellase en los Andes, le han valido la consecución de doce estatuillas de escala nacional de las trece a las que optaba.
ya hemos hablado en tele-visionando.es de Bayona y de su amor por las superproducciones, por las películas de gran calado social que a su vez destilan un claro componente de carácter contemplativo, en el que los efectos visuales está a la orden del día y la dirección fotográfica está casi tan cuidada como en las cintas de Robert Eggers y otros directores. El apartado técnico se pule hasta la última viruta. Ese es uno de los rasgos distintivos del cine de Bayona.
Sin embargo, aunque cueste creerlo, el cineasta no saltó a la fama por obras de esta índole como Lo imposible, sino por otro tipo de producción mucho más centrada en la reflexión psicológica y en un desarrollo de personajes digno de estudio. Se trata de El orfanato, un filme de terror psicológico protagonizado por Belén Rueda y estrenado en 2007 bajo la atenta mirada de Guillermo del Toro.
De las que gusta hoy en día
La sinopsis oficial reza así: «Laura se instala con su familia en el orfanato en el que creció de niña. Su propósito es abrir una residencia para niños discapacitados. El ambiente del viejo caserón despierta la imaginación de su hijo, que empieza a dejarse arrastrar por la fantasía. Los juegos del niño inquietan cada vez más a Laura, que empieza a sospechar que en la casa hay algo que amenaza su familia».
El orfanato es una de esas películas que hoy en día gustan al fan promedio del terror por su estudio psicológico de los protagonistas, por su dosis cuidadosamente medida de sustos y subidas bruscas de volumen, por su simbolismo aterrador y memorable y por esgrimir un oscuro subtexto sobre la familia y el amor. Una película que no debes dejar de ver si te consideras amante del horror y, en concreto, del horror sobrenatural.