Lleva despuntando en el cine desde sus primeras interpretaciones en los 90. La película que hizo a Tom Hanks inmortal: no es la que piensas
Tom Hanks ha cautivado a varias generaciones desde que comenzó a situarse delante de las cámaras allá por la década de los 90. Su semblante entrañable, su expresión afable y sus personajes icónicos le han valido el apelativo de uno de los actores mejor considerados en Hollywood, amado por todo el mundo y profundamente respetado pro casi todos sus principales rivales.
Sin embargo, Tom Hanks debe gran parte de su éxito a un director que le ha cogido de la mano desde hace muchos años y que ha caminado junto a él en los que han terminado siendo sus proyectos más memorables. Se trata, como no puede ser de otra manera, de Robert Zemeckis, uno de los discípulos aventajados del gran Steven Spielberg, cuyo nombre se haya detrás de superproducciones taquilleras como Regreso al futuro o Polar Express, que tienen en común el mismo estilo de dirección, una trama a veces endeble sostenida en una gran amalgama de recursos visuales y efectos especiales, unos protagonistas del más alto nivel y sí, también la presencia de Tom Hanks.
La película
Náufrago, la versión moderna del clásico de la literatura ilustrada del siglo XVIII Robinson Crusoe, escrito por Daniel Defoe como una mordaz crítica social al progreso del hombre y a la pérdida de los valores de erudición, fue llevado a la gran pantalla por Zemeckis en una versión mucho más desenfadada y familiar.
Su sinopsis oficial reza así: «Chuck Noland, un ejecutivo de la empresa multinacional de mensajería FedEx, se ve apartado de su cómoda vida y de su prometida a causa de un accidente de avión que lo deja aislado de la civilización en una remota isla tropical en medio del océano. Tras cuatro años de lucha por la supervivencia, completamente solo en la isla, Chuck aprende todas las técnicas de subsistencia mientras sufre la tortura de la soledad. La solución: arriesgar la vida adentrándose mar adentro».
Una película muy divertida, que mezcla con gran maestría los elementos cómicos con la desgarradora añoranza por el hogar y lo acompaña todo de una fotografía espectacular en un paraje desértico, solo visitado de cuando en cuando por las pequeñas olas que logran arribar a la isla. Una cinta muy recomendable para disfrutar en familia y observar cómo Hanks exprime una vez más todo su potencial en cada fotograma.
