La Rana Gustavo podrá optar a la pena de muerte por sodomía. Como lo lees. Por muy irreal que parezca, la pobre marioneta de trapo ha sido acusada de sodomía por un pastor evangélico, que también pide la ejecución de Peggy, la cerdita que siempre le acompaña. Todo esto ocurre después de que la compañía de los Teleñecos, perteneciente a Jim Herson, haya dejado de colaborar con una cadena de restaurantes cuyo directivo atacaba la unión homosexual. El fin de esta colaboración no debe haber sentado muy bien al pastor Kevin Swanson que ha declarado hace poco que se debería aplicar la pena de muerte a los que apoyen dicho matrimonio.
De esta forma, nuestra querida Rana Gustavo y su medio-novia Peggy deberían ser ejecutados por caminar sobre la senda de la sodomía y negarse a colaborar con aquellos que prohíben el matrimonio entre iguales. Kevin Swanson aseguró en su programa de radio que todos aquellos que apoyen el matrimonio homosexual y la sodomía deberían ser ejecutados y eliminados de la sociedad. Sin duda, una opinión bastante poco tolerante tratándose de un pastor evangélico. La que fuese una de las series educativas de su época por excelencia, al mismo nivel que a día de hoy lo son Pocoyó o Little Einstein, se ha visto involucrada en una polémica que nada tiene que ver con su objetivo ni con entretener a su público infantil.
De esta forma, estas graciosas y divertidas marionetas deberían ser castigadas severamente porque la compañía de su “jefe”, creador de Los Muppets y Fraggel Rock, ha cancelado definitivamente su colaboración con Chick-fil-A, un grupo de restaurantes cuyo propietario reniega de la unión homosexual. Jim Henson Co. rompió la colaboración por considerarlas unas ideas homófonas y no querer que se les relacionaran con las mismas. Así mismo lo proclamó la semana pasada en su muro de Facebook, donde dejaba claro que no estaba de acuerdo con las declaraciones del presidente de la cadena de restaurantes Dan Cathy y por eso rompería el contrato: “Somos una empresa familiar, dirigida a las familias y estamos casados con nuestras primeras esposas”.
Alrededor de estas dos empresas se ha levantado un gran revuelo y no han tardado en posicionarse muchos de los altos cargos de Estados Unidos. Rahm Emmanuel, alcalde de Chicago y antiguo jefe del gabinete de Barack Obama, ha apoyado la iniciativa que ha propuesto uno de sus concejales de negar toda licencia de apertura en la ciudad de cualquier filial de Chick-fil-A, decisión que también ha compartido el alcalde de Boston, aunque no el de Arkansas, donde el antiguo gobernador está promocionando la posibilidad de crear el Día de Agradecimiento a Chick-fil-A. Sin duda un tema que traerá mucha cola en los próximos meses.
Estas marionetas de trapo, del estilo a las de Barrio Sésamo, seguro que se lo pensarán dos veces antes de volver a patrocinar a cualquier empresa o evento. Ahora mismo, sólo les queda esperar a que las aguas se calmen y a que este escándalo no dañe excesivamente su imagen hasta ahora impoluta.