Las bodas de Sálvame: Antonio y María celebran la boda de sus sueños. La pareja tenía una ilusión en la vida, casarse, pero la difícil situación que atraviesan se lo había impedido, hasta ahora. Con ambos en paro y 5.000 euros al año para vivir, darse el sí quiero parecía una utopía para una pareja que soñaba con algo imposible pero gracias a ‘Las bodas de Sálvame’ han podido celebrar su enlace por todo lo alto y con los padrinos que habían soñado, Lydia Lozano y Rafa Mora, que junto a sus familias asistieron al día en que sus sueños se hicieron realidad.
Antonio Valero y María Fernández han tenido una vida complicada desde que sus caminos se encontraron ya que pertenecían a dos pueblos enfrentados históricamente, Sabiote y Torreperogil, respectivamente, ambos en la provincia de Jaén. Al igual que en la historia de Romeo y Julieta, la pareja tuvo que sobreponerse a la oposición de sus familias y de sus vecinos, que no veían con buenos ojos una pareja del pueblo enemigo, pero su amor rompió todas las barreras que se les iban poniendo por delante, excepto la económica.
La situación de la pareja era y es precaria, ninguno de los dos tiene trabajo y sobreviven con 5.000 euros al año, unos escasos recursos económicos que no les permite disfrutar todo lo que les gustaría y que les impide incluso salir con sus amigos aunque como dice Antonio “nosotros ya nos conformamos con que podamos llenar el frigorífico”. El sueño de la pareja era casarse, sobre todo para María como cuenta Antonio: “A mí me apetece, pero lo hago sobre todo por ella, porque es la ilusión de su vida, significa mucho para ella”, pero sin ingresos era un imposible, por lo que tuvieron que olvidarse de la idea, como tuvieron que olvidarse de otra de las ilusiones de su vida, tener un hijo. A pesar de poner todas sus esperanzas en tener un niño, la pareja también tuvo que desistir conscientes de que no podrían mantenerlo. Pero gracias a ‘Las bodas de Sálvame’, el programa de bodas en directo de Telecinco, han podido cumplir una de ellas.
El sueño cumplido
Por todo lo que han pasado, la boda que celebraron el pasado sábado fue aún más especial, por fin pudieron cumplir una de sus ilusiones en la vida y recibieron todo el apoyo de la familia de María: “Para mi hija, casarse con Antonio es como si le tocara la lotería” explicaba su madre. Además, no sólo les apoyaron en el enlace, sino que la familia de María les ayuda económicamente para que puedan vivir juntos: “Sin mis padres no sé qué habría sido de Antonio y de mí”, y es que no sólo les apoyan económicamente, sino que la pareja vive en una modesta casa de los padres de María en Torreperogil.
La boda de Antonio y María fue de ensueño, con Lydia Lozano y Rafa Mora como padrinos, como era su ilusión, Kiko Hernández como maestro de ceremonias y Carmen Alcayde recogiendo las impresiones de la familia. De esta manera comenzó a partir de las 16:00h el gran día de la pareja, que vio hecho realidad un sueño: “La ilusión de mi vida es casarme de Blanco con Antonio Valero Carrero, es muy grande para mí, moriría por él”, afirmaba María. Y no sólo lo cumplió, sino que lo hizo por todo lo alto gracias al wedding planner Marc Giró, que repitió en la segunda entrega de ‘Las bodas de Sálvame’ para que al enlace no le faltase ningún detalle.
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