La relación entre Luitingo y Pilar ha encontrado otra piedra en su camino: la poca credibilidad o confianza que generan de cara a la audiencia
Esta edición de GH Vip, hasta el momento, está protagonizada por dos concursantes, Pilar Llori y Luitingo, que tienen en ascuas a todos los telespectadores por saber cuándo se producirá ese primer beso o, simplemente, si se producirá.
La relación parecía ir viento en popa la primera semana de concurso, el acercamiento y el feeling de sendos concursantes era imparable y ese gran paso parecía cuestión de tiempo. Tanto es así que el propio Luitingo, sobrepasado por todo lo que estaba ocurriendo, decidió solicitar una llamada con Carmen, su hasta entonces novia, aclarar lo que estaba sintiendo y concluir su relación.
Una montaña rusa de emociones
El hecho de que los sentimientos y las emociones se magnifican dentro de la casa de GH Vip es una realidad que queda patente en cada edición de este formato, pero también cabe destacar que en ciertos momentos los concursantes recuerdan el exterior y, en ese instante, todo se convierte en un caos de sentimientos encontrados y dudas sin resolver.
Eso mismo debe estar ocurriéndole en estos momentos a Pilar, que es consciente de la atracción que siente hacia Luitingo, pero también tiene en mente que fuera se encuentra inmersa en una relación ni más ni menos que de más de diez años de duración.
Pilar se expone a la audiencia
En mitad de toda esta montaña rusa que debe tener Pilar Llori en la cabeza, la influencer tuvo que someterse en el debate del domingo a las preguntas de los espectadores por Twitter. Algunas de las cuestiones que le formularon a la concursante eran obvias que aparecerían, pero, sin duda, hubo una que trastocó a la madrileña y, a pesar de la firmeza en su respuesta asegurando que confiaba plenamente en Luitingo, le hizo replantearse muchas cosas.
La pregunta del espectador venía a dejar sobre la mesa la posibilidad de que el sevillano estuviera más pendiente de la imagen que la pareja estuviera proyectando hacia el exterior que de lo que realmente sentía por ella, es decir, que le importara más el qué dirán y la imagen ante la audiencia que su relación con Pilar. Así pues, tras responderla con absoluta certeza y confianza sobre Luitingo, Carmen volvió a la casa algo dubitativa y con el runrún en la cabeza del porqué de esa controvertida cuestión.