La actriz inglesa ya ha despuntado en otros proyectos antes de aparecer en el filme de Christopher Nolan
Los motivos que explican la fiebre de Oppenheimer son muy variopintos y más si se tiene em cuenta que la última película de Christopher Nolan ha logrado cautivar a aquellos que no cuentan al cine entre sus grandes pasiones.
Su éxito permite explicar la creciente curiosidad que se ha generado en torno a los distintos aspectos que componen la obra. Entre ellos se encuentra, como no podía ser de otra manera, el reparto. Y dentro del elenco de estrellas, una brilla con notoria intensidad: Emily Blunt.
Esta no es ni de lejos la primera película ala que se enfrenta la actriz británica. Su papel como esposa de Oppenheimer –intdrpretado por un magistral Cillian Murphy– tal vez le valga la nominación al Oscar a mejor actriz de reparto. Pero, como decimos, no es la primera vez que Blunt despunta en la gran pantalla.
El diablo viste de Prada es quizás una de las películas más recordadas de su filmografía. La obra, estrenada en 2006 bajo la dirección de David Frankel, cuenta la historia de Andy Sacks (Anne Hathaway), una joven que se enrola en la redacción de una prestigiosa revista de moda. Sacks descubrirá que no solo tendrá que lidiar con los ajustados plazos de la publicación sino también con los caprichos de su jefa, Miranda Priestly (Meryl Streep).
En la película, Blunt interpreta el papel de la secretaria favorita de Miranda Priestly, la que fuera su ojito derecho hasta la llegada a la redacción de Andy Sacks. Su personaje, altanera y mezquina, sufre una evolución memorable que hace que El diablo viste de Prada merezca la pena.
El siguiente hito reseñable en la carrera fe la actriz británica fue el año 2018, en el que coincidieron dos grandes estrenos en los que participaba: El regreso de Mary Poppins y Un lugar tranquilo.
El regreso de Mary Poppins nos calza las botas de los hijos de la primera entrega. El padre, Michael recibe la peor noticia posible: será desahuciado de la casa en la que reside junto a su familia en cinco días.
La niñera mágica efectúa entonces una llegada providencial. Blunt se embute el traje que en 1964 perteneció a la magnífica Julie Andrews. Y, si bien la película no cosechó un gran éxito en taquilla (a pesar de la dirección de Rob Marshall, que se encuentra detrás del remake de La sirenita o Memorias de una Geisha), la crítica concuerda en que la labor de Blunt en el papel protagonista es digna de ver.
El salto al cine de terror
Finalmente, ese mismo año también se proyectó en las salas de cine Un lugar tranquilo, un proyecto de terror deudor de muchos otros como The Walking Dead, Stranger Things e incluso La guerra de los mundos, y creado por su esposo, John Krasinski, que se hizo cargo del guión y la dirección.
La cinta es de visionado obligado para los amantes del terror por su original premisa: la Tierra ha sido invadida por unos extraterrestres ciegos que se guían por el sonido. Blunt se calza las botas de una madre de familia espoleada por el instinto de supervivencia.
La secuela se estrenó en 2020 con unas cifras similares y se espera que en 2025 se lance una tercera película que actuará como precuela.