Los dos primeros programas de ‘La Isla de las Tentaciones’ han dejado claro que esta edición poco tendrá que ver con las anteriores y que, sin duda, será mucho más impactante
Prácticamente en la primera toma de contacto entre tentadoras y concursantes, pudimos observar dos perfiles como los de David Vaquero, más que experto de este formato, y Borja, al que ya muchos comparan con Joselu Mato, que darán muchísimo que hablar aportando juego y salseo a la séptima edición de ‘La Isla de las Tentaciones’.
Del mismo modo, pudimos observar los celos descontrolados de Andrea, pareja de Álvaro, que poco después desencadenaría el abandono de la joven malagueña. La concursante de 18 años no soportó ver a su chico en una villa rodeado de solteras y, tras sus primeros enfrentamientos con las tentadoras y abandonar hasta en dos ocasiones las galas con Sandra Barneda, Andrea hizo sus maletas y dijo adiós al programa.
Napoli y Ana, la primera gran conexión de la edición
A priori, ciñéndonos a la primera fiesta de los chicos en ‘Villa Playa’ y al tonteo entre Borja y algunas de sus tentadoras, podría parecer que este concursante tendría muchísimas papeletas para ser el primero en caer; sin embargo, según fue avanzando la emisión descubrimos que nada más lejos de la realidad. Borja es un chico muy risueño y le gusta el juego, eso está claro, pero también tiene claros los límites de su relación y no está dispuesto a traspasarlos.
Sin embargo, en el lado opuesto hallamos a Ana, su novia. Al ver las primeras imágenes de su chico bailando y divirtiéndose con las tentadoras, fue de las pocas en mantener la cordura, pedirle que no pasara de ahí, que no avanzara más, sin perder los papeles en ningún momento. No obstante, la entrada de Napoli al concurso lo cambió todo en la villa de las chicas. Ana había comenzado a conocer a Dome, puesto que era su prototipo, pero la llegada del tentador italiano trastocó sus planes, dado que comenzó a sentir una conexión especial con él.
Así fue la primera hoguera de ‘La Isla de las Tentaciones’
Otra de las grandes novedades de esta séptima edición de la ‘Isla de las Tentaciones’ es que Sandra les contó a los chicos que, para sorpresa de ellos y de todos los amantes del formato, solo “tenía imágenes” para uno de ellos. Es decir, de todos ellos, tan solo uno podría ver imágenes de su pareja y, por tanto, el grupo debía consensuar a quién elegir para visualizar dichas imágenes. Tras debatirse entre Borja, por su preocupación en los últimos días, y Álvaro, por la situación límite con su chica, los chicos acabaron optando por Borja.
Los vídeos, como es obvio, eran de la conexión de Ana con Napoli y, aunque el valenciano negara la mayor y se mostrase firme en asegurar que las imágenes no acababan de preocuparle, alguno de sus compañeros tomó consciencia de que lo realmente alarmante de lo visto en los vídeos es que aquello no era una simple atracción, sino que estaban empezando a conectar.
Finalmente, cabe destacar que por primera vez en ‘La Isla de las Tentaciones’ un concursante (Borja) fue capaz de entonar el mea culpa asumiendo que él, en Villa Playa, había actuado igual o peor que su chica y, por consiguiente, sería incongruente que se quejara de las imágenes que había visto.