Madres, hijos y acompañantes iniciaban el viaje a casa para pasar unos días al calor del hogar, pero en ‘¿Quién quiere casarse con mi hijo?’ hasta los desplazamientos esconden sorpresas y situaciones insospechadas. Cada soltero podía llevar su casa a cuatro pretendientas, lo que implicaba expulsiones que, a priori, parecían más o menos encaminadas pero hubo más de una sorpresa. Hubo besos, despedidas e incluso una pretendienta fue abandonada en una gasolinera.
Los solteros iniciaron un viaje para pasar un día en casa con sus respectivas pretendientas a pesar de llevar tan sólo tres semanas de emisión, pero sólo cuatro podían quedarse por lo que hubo expulsiones, en algunos casos dolorosas. Durante el camino presenciamos situaciones de lo más “tróspidas”, como no podía ser de otra forma, y vimos acercamientos que podrían apuntar a alguna futura pareja, aunque todavía queda mucho programa y las cosas podrían cambiar todavía.
Alexis descarga en la gasolinera
Alexis no quería afrontar una nueva expulsión y tenía muchas dudas, pero era consciente de que una de las chicas tendría que marcharse. El soltero y sus chicas se dividieron para iniciar el viaje en dos coches. Loli, Marta y María subieron al coche con Alexis mientras que Xio, Valeria y Svetlana viajaron con su padre. Lo que parecía un viaje de mero trámite terminó por ofrecer una situación muy clarificadora. Marta estaba muy callada y parecía cansada, por lo que Alexis no dudó en preguntar, pero quien contestó fue Loli, que le explicó que Marta, Xio y Valeria estaban cansadas porque habían salido tres días seguidos, y no precisamente un rato.
La información sentó muy mal al soltero, que se fue mosqueando a medida que hablaba de ello. Pero la situación estalló cuando dijo que si veía que sólo estaban allí para salir de fiesta que no dudaría en echarlas. La respuesta de Marta fue una sonrisa que terminó por sacar de sus casillas a Alexis, que paró inmediatamente el coche en una gasolinera y la dejó allí tirada.
Finalmente la expulsión no fue tan dura como esparaba pero cuando llegó a casa recibió un mensaje de Luján en el que le decía que debía expulsar a otra chica. La noticia fue como un jarro de agua fría y el soltero decidió despedir a María, que consideraba que se quedaba con unas “niñatas” y echaba a la única que no había salido y que se lo tomaba con seriedad.
El tiburón argentino
Leo viajó en caravana con sus chicas y, como el viaje era muy largo decidió hacer una larga parada y darse un baño en una piscina. Pero el soltero no quería compartir el baño con todas y quiso aprovechar para tener un momento a solas con María, que parece tener claro que en ‘¿Quién quiere casarse con mi hijo?’ hay que aprovechar el tiempo y eso hizo. La pareja no se reprimió y se besaron apasionadamente ante la mirada del resto de chicas.
Pero no todo iba a ser alegría y felicidad porque, ya en casa de Leo, cuando se disponían a comer apareció su exnovia. La situación no podía ser más tensa y María parecía bastante incómoda, aunque más tarde recuperó la sonrisa porque en la habitación de las chicas sólo había tres camas, por lo que la pretendienta tendrá que dormir con Leo en su cama de matrimonio.
Fran prueba, y descarta.
Una de las situaciones más sorprendentes la protagonizó Fran, que durante el viaje a casa quiso hacer una parada para estirar las piernas y dar un paseo con Loles. El soltero tiene claro que va a aprovechar al máximo los momentos a solas que pase con sus chicas y no se lo pensó dos veces para lanzarse a los labios de Loles, protagonizando un tórrido beso. Pero en el peor momento posible aparecieron su peculiar madre, Mari Carmen y Ana, que presenciaron la escena.
Una vez en el pueblo, Fran se dispuso a dar el nombre de la expulsada, que para nuestra sorpresa fue Loles. El soltero explicó que, a pesar de haberse besado unas horas antes, el hecho de que le hubiese preocupado que le pillaran quería decir que Loles no era su chica. La expulsión dejó desencajada a la pretendienta, que se mostró muy decepcionada.